Preguntado por la prensa en Riad, Arabia Saudita, donde este miércoles se encuentra de vista, si existía el riesgo de que otros países se involucren de manera directa en esa guerra después de que EU entregue esos sistemas de lanzamiento de cohetes múltiples, instalados en un camión y guiados por satélite, con hasta 80 kilómetros de alcance, Lavrov afirmó categórico:
“Por supuesto, ese riego existe. (…) El régimen de Kiev exige con insistencia a sus patrocinadores occidentales una provocación directa para meter de lleno a Occidente en las hostilidades. Los políticos occidentales sensatos lo saben perfectamente, pero algunos están dispuestos a cometer cualquier locura con tal de satisfacer sus ambiciones”, citado por Sputnik y otras agencias noticiosas.
En términos igualmente duros se pronunció el vocero del Kremlin, Dimitri Peskov, quien además acusó a Washington de “echar gasolina al fuego” al proporcionar a Ucrania baterías M142 HIMARS, lo cual “no facilita volver a la mesa de negociaciones”, de acuerdo con la agencia TASS.
Con cierta ironía, Peskov agregó que “todo indica que Estados Unidos sigue aferrado a la idea de combatir con Rusia hasta el último ucranio”.
Rusia no cree en las “garantías” que dio Ucrania a Estados Unidos en el sentido de que no va a utilizar esos cohetes para atacar territorio ruso, como aseguró este miércoles el secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, a sus aliados de la alianza noratlántica.
Según Blinken, Estados Unidos declinó la petición de Ucrania de hacerle llegar sistemas de lanzacohetes múltiples de mayor alcance, de hasta 320 kilómetros, y Kiev, a instancias de Washington, se comprometió a no atacar territorio de Rusia con los HIMARS.
“Para confiar (en el presidente ucranio, Volodymir Zelensky) hay que revisar la experiencia de casos en que ha formulado promesas similares. Nunca se han cumplido”, comentó Peskov.
El viceministro de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, declaró a la agencia Interfax que la entrega a Ucrania de armamento estadunidense de alta precisión es “extremadamente negativa”.
El más reciente paquete de ayuda militar de EU incluye no sólo baterías M142 HIMARS, también estaciones de radares de defensa antiaérea, helicópteros Mi-17, vehículos militares, misiles portátiles Javelin y otros recursos contra tanques y proyectiles de artillería.
“Se trata –en opinión de la Cancillería rusa– “de una escalada bélica que aumenta el riesgo de enfrentamiento directo” con Estados Unidos y sus aliados de la OTAN.