La aeronave, propiedad de la compañía ucraniana Meridian Ltd, llevaba armamento de origen serbio a Bangladesh, incluyendo minas de mortero, cuando se estrelló el sábado por la noche.
El piloto había informado de un fallo en un motor, por lo que pidió autorización para un aterrizaje de emergencia, pero no logró alcanzar aeropuerto alguno por haberse incendiado uno de sus propulsores y se estrelló poco después.
Los servicios de rescate griegos utilizaron un dron para sobrevolar los restos del avión debido al peligro de la carga.