El barco de Greenpeace “Arctic Sunrise” navegó hasta la zona occidental del canal de la Mancha, entre Inglaterra y Francia, cargado con bloques de piedra caliza de entre 500 kilogramos y mil 400 kilogramos.
Fueron arrojados por la noche en una porción de la “South West Deeps (East) Conservation Zone”, situada unos 190 kilómetros al suroeste de las costas inglesas, anunció el viernes por la mañana.
“Estamos colocando grandes bloques de piedra caliza en el lecho marino para crear una barrera submarina protectora que pondrá la zona fuera de los límites de la pesca destructiva”, dijo a la AFP a bordo del barco la activista Anna Diski.
Esto hará “imposible arrastrar por el fondo marino las pesadas artes de pesca que destruyen el hábitat”, añadió.
“En estos momentos se está produciendo un frenesí de pesca industrial en las aguas del Reino Unido, ¿y qué está haciendo nuestro gobierno al respecto?”, dijo Will McCallum, responsable de Océanos de Greenpeace UK.
McCallum calificó de “indignante” que se permita a los arrastradores de fondo operar en el fondo marino de zonas protegidas, acusándolos de destruir enormes franjas del ecosistema marino y burlarse de nuestra supuesta protección.