Un tercio de la superficie del país, equivalente a la extensión total de Reino Unido, se encuentra sumergido tras una intensa temporada de lluvias monzónicas, que han dejado casi mil 400 muertos y cuantiosos daños materiales.
En un tuit camino a Pakistán, Guterres dijo que quería “estar con la gente en estos momentos de necesidad, estimular la ayuda internacional y llevar la atención global a las repercusiones desastrosas del cambio climático.
El Gobierno de Pakistán diseñó ya un plan de ayuda ante las inundaciones y la ONU pidió el mes pasado por una financiación internacional inmediata de 160 millones de dólares que ya está empezando a llegar.
Las autoridades del país indicaron que la reparación y reconstrucción de la infraestructura dañada costará al menos 10 mil millones de dólares, una cantidad inasumible para su endeudada economía, pero destacaron que la prioridad es aportar comida y refugio a las millones de personas que perdieron sus hogares.