Los esfuerzos concertados y acelerados respaldados por el Kremlin para absorber cuatro regiones podrían preparar el escenario para que Moscú intensifique la guerra contra las fuerzas ucranianas que luchan con éxito para recuperar territorio.
Los anuncios de referéndums a partir del viernes en las regiones de Donetsk, Luhansk, Jersón y Zaporiyia, parcialmente controlada por Rusia, se producen después de que un aliado cercano del presidente ruso, Vladimir Putin, dijera que se necesitaban votos, ya que Moscú pierde terreno en la guerra que comenzó hace casi siete meses.
El expresidente ruso, Dmitry Medvedev (presidente de Rusia entre 2008 y 2012), dijo que incorporar regiones a la propia Rusia haría que las fronteras rediseñadas fueran “irreversibles” y permitiría a Moscú usar “cualquier medio” para defenderlas.
Se espera que las votaciones de esta semana, en territorio que Rusia ya controla, sigan el camino de Moscú con casi certeza, pero es poco probable que sean reconocidos por los Gobiernos occidentales que respaldan a Ucrania con apoyo militar y de otro tipo.
Luhansk y Donetsk juntos forman gran parte de la región de Donbas, que se ha visto afectada por los combates separatistas desde 2014 y que Putin ha establecido como objetivo principal de la invasión rusa.
Medvedev, actual vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, agregó que la votación ayudará a “restaurar la justicia histórica” que, aseguró, esperaban millones de rusos.
La presión dentro de Rusia y de los líderes respaldados por Moscú en las regiones de Ucrania controladas por Rusia para obtener votos que allanaran el camino para convertirse en rusos aumentó a raíz de una contraofensiva ucraniana, reforzada por armamento suministrado por Occidente, que está recuperando grandes áreas de Rusia. territorio ocupado.