El ataque siguió a las advertencias del presidente ruso, Vladimir Putin, de posibles ataques intensificados contra la infraestructura ucraniana después de que sus fuerzas sufrieran humillantes reveses en el campo de batalla. También renovó los temores de un posible desastre radiactivo en la guerra de casi siete meses.
“El misil golpeó a 300 metros de los reactores en la planta de Pivdennoukrainsk, también conocida como la Planta de Energía Nuclear del Sur de Ucrania, y abrió un cráter de dos metros de profundidad y ciatro metros de ancho”, según al operador nuclear ucraniano Energoatom.
Tras el anuncio del ataque a la central de Pivdennoukrainsk, en la región de Mikolaiv, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, afirmó que Rusia “pone en peligro al mundo entero”.
“Debemos detenerla antes de que sea demasiado tarde”, dijo en Telegram, mostrando un video de las cámaras de vigilancia en el que se veía, en blanco y negro, una gran explosión.
Estas imágenes publicadas por el Ministerio de Defensa de Ucrania muestran dos grandes bolas de fuego que estallaron una tras otra en la oscuridad, seguidas de una lluvia incandescente de chispas. Tanto el Ministerio como Energoatom calificaron el ataque de “terrorismo nuclear”. El Ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios de inmediato.
El complejo industrial que incluye la planta nuclear de Pivdennoukrainsk se encuentra a lo largo del río Bug del Sur, a unos 300 kilómetros al sur de la capital, Kyiv. El ataque provocó el cierre temporal de una planta hidroeléctrica cercana y destrozó más de 100 ventanas en el complejo, dijo Energoatom.
La oficina presidencial de Ucrania dijo que el ataque también cortó tres líneas de transmisión de energía.
La planta nuclear es la segunda más grande de Ucrania después de la planta de energía nuclear de Zaporiyia, que es la más grande de Europa y ha sido criticada repetidamente. Las dos plantas tienen reactores del mismo diseño.