Durante las próximas sesiones se elegirán los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, luego de complejas negociaciones entre las fuerzas de la coalición vencedora formada por el partido de extrema derecha Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) de Meloni, que obtuvo 26% de los votos, la Liga del Norte de Matteo Salvini y el conservador Forza Italia de Silvio Berlusconi, las dos con menos del 10%, pero claves para garantizar la mayoría.
La senadora vitalicia Liliana Segre fue la encargada de presidir la sesión del Senado, con un discurso conmovedor durante el cual habló contra la guerra, recordó que tuvo que dejar la escuela en 1938 por las leyes contra los judíos durante el fascismo y envió un saludo al papa Francisco.
La elección del presidente del Senado, segundo cargo en importancia de Italia después del presidente de la República, resulta ser la primera prueba para Meloni y ha sido precedida por un clima de alta tensión entre los tres aliados, estimó este jueves el diario Il Corriere della Sera.
“No podemos darnos el lujo de perder el tiempo, la situación en Italia no es fácil”, admitió la víspera Meloni, que deberá hacer frente a numerosos retos, en particular la crisis energética provocada por la guerra en Ucrania y la elevada inflación que afecta a hogares y empresas.
Tras su elección, los nuevos presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado se reunirán sucesivamente con el presidente de la República, Sergio Mattarella, dando inicio a las consultas para designar un nuevo jefe de Gobierno, según las reglas de esta república parlamentaria.
Al término de las consultas, Mattarella deberá encargar a Meloni formar un Ejecutivo, con lo que se convertirá en la primera mujer en la historia de Italia en ocupa el cargo de Primera Ministra. Giorgia Meloni, de 45 años, ha hecho pocas apariciones públicas desde su victoria electoral.
La líder posfascista intentó tranquilizar a los mercados sobre su capacidad de gestión. Sin embargo, resulta una incógnita el nombre del futuro ministro de Economía, responsable de la tercera economía de la zona euro, con una deuda que alcanza 150% del Producto Interno Bruto (PIB).
Por su parte, el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que se espera que Italia entre en recesión en 2023 y que su PIB se reduzca 0.2%.