La iniciativa política, que arranca con un modesto fondo inicial de 5 millones de euros, se llama “Alianza Internacional para la Resiliencia a la Sequía”.
Su objetivo es mejorar las capacidades de prevención y recuperación ante los estragos causados por este fenómeno, que afecta a todos los continentes y cuya frecuencia e intensidad ha aumentado a causa del cambio climático según la comunidad científica.
“La misión de la alianza es dar un impulso político para que la resiliencia de la tierra ante la sequía y el cambio climático sea una realidad para el año 2030”, anunciaron conjuntamente el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el presidente senegalés, Macky Sall.
La propia alianza añadió que quiere hacer de la resiliencia a la sequía una prioridad global, atraer apoyo del sector privado y facilitar transferencias de tecnología y conocimiento entre países.
Por otro lado, el presidente de Kenia, William Ruto, se comprometió a plantar 5 mil millones de árboles en los próximos cinco años, como parte de las medidas para mejorar la resiliencia de los suelos y prevenir los efectos catastróficos de las sequías.
Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la frecuencia de las sequías aumentó 29% desde el año 2000 y estas afectan a 55 millones de personas cada año.
Además, causaron unas pérdidas económicas de alrededor de 124 mil millones de dólares entre 1998 y 2017 en todo el mundo.
Entre los 25 países que apoyan la alianza, según comunicó Naciones Unidas, figuran China, Estados Unidos, Argentina, Chile, Honduras, Panamá, República Dominicana, Francia y Marruecos.