Lula recibió a senadores y diputados, entre ellos el presidente de la Cámara, Arthur Lira, y al presidente interino del Senado, Veneziano Vital do Rêgo, quienes fueron al Palacio del Planalto para entregar el decreto de intervención en seguridad del Distrito Federal, rápidamente aprobado por el Congreso.
Lula volvió a criticar al ex presidente Jair Bolsonaro por no aceptar el resultado electoral y llamó "locos" a quienes invadieron y destrozaron edificios públicos en Brasilia.