Las relaciones entre Estados Unidos y China se han agravado después de que Washington derribó el pasado día 4 un presunto dispositivo de espionaje chino, que según Pekín tenía fines civiles. Desde entonces se han derribado otros tres artefactos que volaban sobre Estados Unidos y Canadá, aunque Pekín sólo ha admitido que el primero era suyo y que se trataba de un dispositivo meteorológico.
Este fin de semana, los medios estatales chinos informaron que se había avistado un objeto volador no identificado frente a la costa este del país, y que el ejército se estaba preparando para derribarlo.
Pekín se negó a comentar esa información y se limitó a remitir a los periodistas al ministerio de Defensa, que no respondió a las preguntas de la agencia de noticias Afp. Pero el gobierno sí acusó a Washington de enviar más de 10 globos a su espacio aéreo desde enero de 2022.
“No es raro que Estados Unidos entre de manera ilegal en el espacio aéreo de otros países”, declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Wang Wenbin.
“En el último año, globos estadunidenses han sobrevolado China más de 10 veces sin autorización alguna”, aseguró Wang, quien declaró que “Pekín gestionó estos incidentes de forma responsable y profesional”.
En tanto, el jefe del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, vinculó el reciente derribo de tres objetos no identificados sobre Norteamérica a la existencia de un programa militar chino de globos y negó que ellos espíen a su vez a Pekín. (Boletín)