La policía lo identificó como Anthony McRae, de 43 años. Dijo que se quitó la vida con un arma a varios kilómetros del campus durante un enfrentamiento con los agentes.
Las autoridades habían dicho previamente que no era estudiante ni empleado ni tenía vínculo alguno con la universidad.
Los disparos comenzaron el lunes por la noche en un edificio académico y continuaron en el centro de estudiantes, un lugar donde muchos se reúnen a comer o estudiar. Mientras cientos de agentes recorrían el campus en East Lansing, unos 145 kilómetros (90 millas) al noroeste de Detroit, los alumnos buscaban refugio en cualquier parte. Cuatro horas después de los primeros disparos, la policía anunció la muerte del hombre.
“Es verdaderamente una pesadilla lo que vivimos esta noche”, dijo Chris Rozman, subjefe en funciones del departamento de policía del campus.
Dominik Molotky dijo que estaba en una clase de historia de Cuba alrededor de las 8:15 de la noche cuando se escuchó un disparo fuera del aula. Dijo al noticiero de la ABC que segundos después, un hombre armado entró y disparó tres o cuatro veces mientras los estudiantes trataban de cubrirse.
“Yo me agachaba y me cubría, lo mismo que los demás estudiantes. Disparó cuatro veces más y cuando se hizo silencio de unos 30 segundos a un minuto, dos de mis compañeros de clase empezaron a romper una ventana. Había vidrios por todas partes”, dijo Molotky. Añadió que salió por la ventana y corrió a su apartamento, y no sabía si había algún herido en el aula.
El tiroteo es el más reciente en lo que se ha convertido en un principio de año mortífero. Decenas de personas han muerto en masacres en lo que va de 2023, sobre todo en California, donde 11 personas fueron abatidas cuando festejaban el Año Nuevo Lunar en un salón de baile concurrido por estadounidenses mayores de origen asiático.
Rozman dijo que dos personas murieron en el edificio Berkley Hall y otra en el centro estudiantil. Cinco personas se encontraban en estado crítico en el Hospital Sparrow.
La policía finalmente enfrentó al agresor, que murió de una “herida de bala autoinfligida”, dijo Rozman.
“No tenemos la menor idea de por qué vino al campus a hacer esto esta noche. Eso es parte de nuestra investigación”, añadió.
En el bolsillo de McRae se halló una nota con una amenaza a dos escuelas en el municipio de Ewing, Nueva Jersey, donde tenía vínculos, dijo el superintendente de ese distrito en una declaración publicada en internet.
Las escuelas públicas de Ewing suspendieron las clases del día, pero después se determinó que no había amenaza, dijo el superintendente David Gentile en su comunicado, basado en información de la policía local. Hacía años que McRae no vivía en la zona, añadió.
Según Rozman, “esto sigue siendo fluido. Estamos procesando las escenas de los crímenes y reuniendo las piezas para entender qué sucedió”.