Lula partirá hacia China el 11 de abril y tiene intención de mantener la agenda original, que incluye la firma de una veintena de acuerdos con el mayor socio comercial de Brasil.
El objetivo del viaje es mejorar las relaciones con China ahora que Lula ha vuelto a la presidencia y buscar nuevas inversiones en el país latinoamericano.
La visita a Pekín se producirá dos meses después de que Lula se reuniera con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en la Casa Blanca, en un momento en que Brasilia apuesta por una política exterior pragmática que equilibre los lazos con sus principales socios comerciales a pesar de las crecientes tensiones entre ambos.
La visita a Shanghái, para la toma de posesión de la expresidenta brasileña Dilma Rousseff como jefa ejecutiva del Nuevo Banco de Desarrollo, aún no se ha decidido, dijo su oficina.
Será una visita de Estado, con reuniones con el presidente Xi, el primer ministro chino, Li Qiang, y un acto en la Asamblea Nacional Popular, dijo la oficina presidencial de Lula.