La iniciativa fue propuesta por el jefe de gobierno Luiz Inácio Lula da Silva, cuando su país asumió la presidencia rotatoria del G-20 en diciembre pasado, y fue refrendada en este encuentro de cancilleres por el ministro brasileño de Desarrollo y Asistencia Social, Familia y Lucha contra el Hambre, Wellington Dias.
Durante la sesión, se debatió sobre cómo deberían ser las condiciones de adhesión de los países interesados en formar parte de esta alianza mundial. Brasil propuso el financiamiento de acciones contra el hambre y la pobreza a cargo de los países ricos del G-20 y los grandes empresarios.
La alianza es un mecanismo práctico para movilizar recursos financieros y conocimientos desde donde más abundan y canalizarlos hacia donde más se necesitan. De este modo, se apoya la aplicación y ampliación de acciones, políticas y programas a escala nacional, afirmó Dias.
Los estudios de las organizaciones internacionales muestran que se necesita un fondo de 78 mil millones de dólares al año para alcanzar el objetivo de reducir la pobreza mundial hacia 2030, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU).
El acuerdo global sobre seguridad alimentaria, por su parte, se basaría en los principios de atención a los más vulnerables y la aplicación eficaz de las políticas nacionales.
Los países miembros del G-20 fijaron como prioridades la alimentación sana, el apoyo a los pequeños y medianos productores además de la innovación tecnológica como factores que pueden repercutir positivamente en la producción de alimentos en las mismas regiones que los necesitan, como África.
Un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), publicado en 2022, señala que en el mundo hay 735 millones de personas en situación de hambre, incluso bajo riesgo de muerte, en un planeta que en realidad produce los alimentos necesarios para el sustento de todos, recordó el ministro. El objetivo es que lleguemos a 2030 con esta cifra lo más cercana posible a cero, exhortó.
Dias subrayó que las múltiples crisis han provocado que el hambre, la inseguridad alimentaria y la pobreza vuelvan a crecer en todo el mundo. Además de la pandemia del covid-19, también han contribuido el cambio climático, la crisis económica mundial y los conflictos geopolíticos más recientes.
Rusia ofrece diálogo
En otras actividades de la cumbre de cancilleres, el jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, aseveró que Moscú está abierto al diálogo sobre estabilidad estratégica con Estados Unidos, pero que debe ser honesto.
Dijo, en otros temas, que los países de Occidente ya no pueden actuar como garantes de la estabilidad financiera en el mundo, y señaló que el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos se están convirtiendo en “artefactos del pasado. Los estados que se mancharon usando medidas ilegítimas –sanciones unilaterales, confiscación de activos soberanos y propiedad privada– para el ajuste de cuentas con oponentes geopolíticos, ya no pueden considerarse ‘garantes’ de la estabilidad financiera”, dijo Lavrov. Añadió que los países del G-20 deberían atraer a grandes asociaciones de integración del Sur Global para que participen plenamente.
No hubo encuentro Blinken-Lavrov
El secretario de Estado estadunidense, Antony Blinken, destacó que la necesidad de un fin inmediato de la guerra en Ucrania logró consenso en la reunión.
Creo que si estuvieran en esa sala, como lo estuvo el ministro de Asuntos Exteriores Lavrov, escucharían un coro muy fuerte proveniente no sólo de los países del G-7 dentro del G-20, sino también de muchos otros, sobre el imperativo de poner fin a la agresión rusa, restaurar paz, asegurándonos de que los ucranios sean quienes decidan su propio futuro, afirmó Blinken durante una conferencia de prensa en Río de Janeiro.
El funcionario representante de la Casa Blanca confirmó que en la cita no mantuvo conversaciones directas con Lavrov.
Apoyo a Haití
La delegación estadunidense informó que al margen del encuentro Canadá, Benín, Francia y Jamaica ofrecieron apoyo a una fuerza de seguridad internacional respaldada por la ONU y cuyo objetivo es hacer frente a la violencia desenfrenada de las bandas en Haití.
Washington ha prometido 200 millones de dólares para financiar el Apoyo Multinacional a la Seguridad, que Kenia se ofreció a dirigir el año pasado.
Un día después de recibir a Blinken, Lula da Silva se reunió en Brasilia con Lavrov, quien antes fustigó a Occidente por acusaciones infundadas durante la cita ministerial del G-20.
Tras el encuentro realizado, a pedido del gobierno ruso, en la residencia oficial de la Alvorada, el canciller Lavrov expuso las posiciones de Rusia en relación al conflicto con Ucrania, comunicó el gobierno brasileño.
Lula manifestó: Brasil continúa dispuesto a colaborar con los esfuerzos a favor de la paz en Ucrania, siempre con el diálogo como condición, señaló en un mensaje en la red social X.