El primer ministro australiano, Anthony Albanese, respaldó en febrero una moción en la Cámara Baja del Parlamento en la que se pedía el regreso de Assange a Australia.
Las autoridades estadunidenses están intentando extraditar a Assange desde Reino Unido a Estados Unidos, donde se le reclama por cargos penales relacionados con la publicación por parte de WikiLeaks de grandes cantidades de archivos militares y cables diplomáticos confidenciales estadunidenses.