El ex presidente catalán y líder del movimiento independentista, Carles Puigdemont, logró un segundo puesto, muy lejos de adversario, con 35 escaños, tres más que en el 2021. Los comicios también han dejado en evidencia el debilitamiento de los partidos que abogan por la independencia del Estado español, mientras que los votantes premiaron a las formaciones políticas que centraron su mensaje en cuestionas más inmediatas, como la situación de los servicios públicos, las medidas a adoptar ante el grave problema de la sequía y las políticas sociales.
El Parlamento catalán quedaría integrado de la siguiente manera: el Partido Socialista de Cataluña (PSE), 42 escaños; JxCat, 35; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), 20; el Partido Popular (PP), 15; Vox, 11; Comuns Sumar, seis; la CUP, cuatro; y la extrema derecha separatista de Alianza Catalana, que participaba por primera vez en elecciones de este tipo, logra dos diputados.
Con estos resultados, el llamado bloque independentista sumaría 61 diputados, muy lejos de la mayoría absoluta, lo que confirma que el llamado “proceso” de secesión del Estado español pierde fuelle entre la sociedad catalana, que ha preferido dar un giro hacia el autonomismo, que es la piedra angular del proyecto del PSC.
El otro bloque, aunque muy diverso pero que finalmente no son partidarios de la independencia, sumó un total de 74 diputados, lo que refleja precisamente el cambio de tendencia.
Sin embargo, las negociaciones para la formación de gobierno se preven complicadas, sobre todo porque hay pocas opciones y no son nada fáciles. Una alianza probable es un gobierno tripartito, integrado por los tres principales partidos de izquierda, el PSC, ERC y Comuns Sumar, que sumarían 68 diputados. Sin embargo, a ERC le resultará difícil asumir su nuevo rol, ya que hasta ahora gobernaba en la región y también tendría complicado encajar en el nuevo Ejecutivo una de las piedras angulares de su proyecto, que es precisamente la celebración de un referendo de independencia. Fin del avance
Sondeos electorales habían confirmado los pronósticos
Los sondeos electorales en los comicios autonómicos catalanes confirmaron los pronósticos: el socialista Salvador Illa, ex ministro de Sanidad del gobierno español durante los duros años de la pandemia, será la más votada y su partido obtendrá entre 37 y 40 diputados. El segundo puesto será para el ex presidente catalán y líder del movimiento independentista Carles Puigdemont, que tendrá entre 33 y 36 escaños. Con estos resultados, la posible llave del gobierno la tendrá Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), que baja notablemente con respecto a los últimos comicios pero tendrá entre 24 y 27. La extrema derecha de Vox y Alianza catalana también irrumpió con fuerza en la región, al obtener entre ambas fuerzas entre 10 y 14 diputados.
Según el sondeo de Sigma Dos, realizado a petición de la Televisión Pública catalana (TV3) y la Radio Televisión Pública Española (RTVE), el Parlamento catalán estará integrado por cuatro partidos independentistas y tres autonomistas, es decir que defienden la permanencia de Cataluña en España en el actual marco de modelo territorial.
El PSE será el más votado, con entre 37 y 40 escaños; JxCat, entre 33 y 36; ERC, entre 24 y 27; el Partido Popular (PP), entre nueve y 12; Vox, entre 10 y 11; los anticapitalistas e independentistas de la CUP, entre seis y ocho; la plataforma de izquierda Comuns Sumar, entre seis y siete; y, finalmente, el partido de extrema derecha e independentista Alianza Catalana, que se presenta por primera vez, entre uno y tres.
Con este resultado preliminar, a la espera de los datos oficiales, que se darán a conocer a lo largo de la noche, el gobierno de Cataluña necesitará de pactos a una o varias bandas y en función de la aritmética parlamentaria, en la búsqueda de la cifra necesaria para sacar adelante la investidura: 68 escaños.
La participación electoral, a las seis de la tarde, era de las más bajas de la historia, con apenas un 46 por ciento de la ciudadanía que ya había depositado su sufragio. Además, durante la jornada electoral, se registraron numerosos incidentes en los trenes de corto y medio recorrido en Cataluña, lo que dificultó que numerosas personas pudieran acudir a votar a sus lugares de origen.
Ante la gravedad de los hechos, la Junta Electoral Central -que es el organismo que vela por el buen funcionamiento del sistema de voto- decidió delegar en las Juntas Electorales Provinciales la decisión de prolongar la votación un tiempo más, siempre y cuando se justifique que los votantes no habían tenido alternativa de transporte para poder ejercer su derecho al voto. (Boletín)