“Esto afectará gravemente el clima de cooperación bilateral”, señaló el Ministerio de Comercio del gigante asiático, en un comunicado, y pidió a Estados Unidos, que “rectifique de inmediato sus acciones erróneas y cancele las medidas arancelarias adicionales contra China”.
Agregó que el aumento “contradice el compromiso del presidente Joe Biden de ‘no buscar suprimir y contener el desarrollo’” del país asiático, además, de ya “‘no buscar desacoplar y romper vínculos’” con el país asiático, y ase aseguró que “esta acción afectará seriamente la atmósfera de cooperación bilateral”.
Los aranceles sobre los vehículos eléctricos se cuadruplicarán de 25 a 100 por ciento este año, precisó la Casa Blanca en un comunicado, mientras que los semiconductores se duplicarán de 25 a 50, los celulares solares llegarán a los 50, 40 a los automóviles estadunidenses y el resto de las importaciones objetivo recibirán del 25.
En meses recientes Estados Unidos ha acusado a China de intentar saturar sus mercados con productos de bajo costo y alta calidad. En medio de esta crisis, se ha imputado a México, sin fundamentos, ser puente para el paso de estos artículos debido a las cuantiosas inversiones de empresas chinas, sobre todo en el sector automovilístico.
El objetivo es alentar a “eliminar sus prácticas comerciales desleales en materia de transferencia de tecnología, propiedad intelectual e innovación”, explicó en un comunicado.
“China se opone a la imposición unilateral de aranceles que violan las reglas (de la Organización Mundial del Comercio) y tomará todas las medidas necesarias para proteger sus derechos legítimos”, comentó el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin, en una conferencia de prensa regular poco antes del anuncio.
Añadió que el “crecimiento de la nueva industria energética de China (incluidos los vehículos eléctricos, las baterías de litio y los productos fotovoltaicos) se basa en “la innovación técnica continua, cadenas industriales y de suministro completas y una competencia total en el mercado”. “Nuestra ventaja comparativa es el resultado de la ventaja comparativa y el dominio de los mercados combinados, no de los subsidios”, apuntó.
El portavoz reiteró que el rápido crecimiento de las industrias de nueva energía de China se apoya en la innovación tecnológica continua, las cadenas industriales y de suministro plenamente desarrolladas y la plena competencia en el mercado, y que la posición de vanguardia de China es resultado de combinar ventajas comparativas y leyes de mercado, no de los llamados "subsidios".