Esta vía interoceánica que mueve el 6% del comercio marítimo mundial, inaugurada por Estados Unidos en 1914, comenzó a aplicar restricciones en abril de 2023 debido a la escasez de lluvias causada por el fenómeno El Niño.
Pero ahora amplió de 27 a 31 el cruce diario de embarcaciones, gracias al aumento del nivel de los dos lagos artificiales que abastecen de agua dulce al cauce de 80 km de longitud que une el océano Pacífico con el Atlántico.
“Ya podemos anunciar con cierto beneplácito para la comunidad marítima internacional que vamos a pasar a 31 tránsitos. Es una buena noticia para el Canal y para los usuarios también”, confirmó a la AFP el vicepresidente de Operaciones del Canal, Boris Moreno.
La medida fue notificada a las navieras el 15 de abril, pero entró en vigor ahora. Desde el 1 de junio podrán navegar 32 buques por el cauce.
Además, a partir del 15 de junio el máximo calado permitido para los barcos que cruzan las esclusas más grandes, inauguradas en 2016, será de 13.71 metros (45 pies), en lugar de los actuales 13.41 metros (44 pies).
“En los próximos meses estaremos anunciando aumentos graduales de capacidad y pensamos que ya para finales de este año 24 pudiéramos estar en los niveles normales de tránsito”, indicó Moreno.
Récord en subasta
La vía panameña no usa agua de mar, como el Canal de Suez, y por el paso de cada barco se vierten al mar unos 200 millones de litros de agua dulce, que se almacena en los lagos Gatún (450 km/2) y Alhajuela (50 km/2).
Antes de la crisis cruzaban 39 buques al día en promedio. En el momento más crítico de 2023 la cifra cayó a 22, por lo que se acumularon hasta 160 buques esperando cruzar. Ahora la cifra oscila entre 50 y 60, dijo Moreno.
La reducción de tránsitos llevó a algunas navieras a desembolsar más dinero para conseguir un turno de cruce en las subastas organizadas por la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Un buque llegó a pagar cuatro millones de dólares por un cupo, además del peaje.
Los principales usuarios del Canal son Estados Unidos, China, Japón, Corea del Sur y Chile.
A la espera de más lluvias
La cuenca del Canal, con ocho ríos principales, también abastece de agua potable al 58% de los 4.4 millones de habitantes del país.
De los 2 mil 800 milímetros de lluvia que caían antes cada año en promedio, se pasó a apenas 1mil 800 mm en 2023, explicó a la AFP el hidrólogo Ricardo Güete, durante una inspección a estaciones de monitoreo en el lago Gatún.
Sin embargo, algunas lluvias esporádicas y las medidas restrictivas adoptadas por la ACP para ahorrar agua han permitido que el nivel de los lagos suba, aunque sin llegar aún a los niveles necesarios para operar con normalidad.
“Estamos a cuatro o cinco pies (1.2 a 1.5 metros) por debajo de las condiciones o los niveles que deberíamos de tener”, señaló Güete.
La situación debería mejorar durante la temporada de lluvias, que va de mayo a noviembre, pues se pronostica el fenómeno de La Niña, que implica más precipitaciones en el país, dijo el hidrólogo.
“Esperamos que ya durante este mes […] comiencen a caer lo que son las lluvias, y que se vaya normalizando la situación”, indicó Güete.
Explicó que “si bien el año pasado no fue El Niño más crítico, sí (lo fue) en términos de disponibilidad de agua, debido a la operación de las nuevas esclusas, al aumento de la población y una mayor evaporación por el calentamiento global”.
“Principal activo del país”
La ACP estudia incorporar nuevas fuentes de agua al Canal para evitar futuras crisis hídricas, pero estas obras requieren tiempo y millonarias inversiones.
“Trabajaré […] para poder llevar adelante esos proyectos tan importantes que se requieren para poder garantizar la confiabilidad de la ruta”, dijo Jose Ramón Icaza, al ser presentado este jueves como próximo ministro del Canal por el presidente electo José Raúl Mulino.
Icaza prometió “seguir potenciando” el Canal, al que definió como el “principal activo de Panamá”.
La secretaria general de la agencia de la ONU para el Comercio y Desarrollo (UNCTAD), Rebeca Grynspan, visitará Panamá este fin de semana “para ver en persona” y comentar los retos que afrontan el Canal y el comercio mundial”, informó su oficina.
La sequía condujo a la ACP a crear un sistema de reserva, tal como las aerolíneas, para que los buques no pierdan tiempo en espera.
“Esta crisis hídrica del Canal nos ha servido para cambiar nuestro modelo de negocio y poder vender esa certeza […], porque para nuestro cliente el tiempo es oro”, dijo Moreno, ingeniero electromecánico con 41 años de experiencia en el Canal."