El alcalde John Whitmire informó de la muerte de al menos cuatro personas, a causa de la caída de árboles tras el paso de las tormentas, con vientos de 160 kilómetros por hora.
E hizo un llamado a la población a no salir de sus casas si no es necesario, por lo que las clases se cancelaron para este viernes.
Aunque no estaba muy claro aún en qué circunstancias ocurrieron las muertes, pudieron ser consecuencia “principalmente de la caída de árboles o gente atrapada en sus autos”, mencionó la autoridad.
“Hemos sufrido importantes daños en los edificios de oficinas del centro, han perdido las ventanas. La gente debe evitar estar en el exterior y mantenerse alejada de las líneas eléctricas caídas. Tenemos más de 800 mil familias sin electricidad y la recuperación de energía puede tomar hasta el viernes”, agregó.
Debido a la emergencia, las clases escolares fueron suspendidas este viernes en Houston. Imágenes de televisoras locales y en redes sociales muestran como la ferocidad de los vientos remecen árboles y destruyeron ventanales de grandes edificios en el centro de la ciudad.
“Los postes están caídos a lo largo de Houston, no hay energía”, agregó el alcalde.
Para Whitmire, se trata de una “excepcional tormenta”, con vientos que en algunos casos alcanzaron las 100 millas (160 km) por hora.
La tormenta ocurrió mientras en el centro de Houston se producía un juego de béisbol y un concierto, precisó el alcalde, aunque no habló de emergencias en esos lugares.
En su cuenta de X, la filial de Houston del Servicio Meteorológico Nacional pidió a los ciudadanos que eviten conducir en el centro de la ciudad y en las zonas afectadas por la tormenta la noche de este jueves. “En las calles hay escombros, vidrios y líneas eléctricas”, detalló.