La oposición convocó a una concentración en la avenida Francisco Miranda, una de las más transitadas y amplias de la capital venezolana, bajo el lema “Venezuela y el mundo rechazan el fraude de Maduro y su régimen”.
“El que se cansa, pierde. Es importante mantener vivo el espíritu del 28 de julio cuando salimos alegres para buscar un cambio”, dijo Guillermo Ramírez, un estudiante de 21 años, que caminaba rumbo a la concentración. “Han hecho de todo para arrodillarnos, pero no podrán”.
El oficialismo, por su parte, convocó a sus partidarios a marchar para celebrar la relección de Maduro.
Desde la mañana cientos de agentes policiales recorren las calles de Caracas y se han ubicado en zonas aledañas adonde serán las manifestaciones.
Maduro, que se postuló en busca de un tercer mandato de seis años, afirma que ganó la relección por más de un millón de votos y su gobierno ha desafiado los pedidos de Estados Unidos, la Unión Europea e incluso aliados de izquierda como Brasil, Colombia y México para que publique las actas de votación que respaldan esa afirmación.
Mientras la llamada Plataforma Unitaria, que representa a los principales partidos opositores, ha publicado en una página de internet el recuento del 83,5 por ciento de las boletas emitidas por las máquinas electorales que muestran que su candidato, el ex diplomático Edmundo González, ganó por un margen de más de 2 a 1.
Maduro fue declarado ganador por el Consejo Nacional Electoral, un organismo colegiado de mayoría oficialista, que aseguró que obtuvo 6,4 millones de votos frente a 5,3 millones de González. En cambio, la oposición sostiene que las actas en su poder —copias recolectadas por sus testigos en las mesas de votación— arrojan que su candidato alcanzó 7,3 millones de votos y Maduro 3,3 millones.
La semana pasada el Tribunal Supremo de Justicia —integrado por magistrados que formaron parte del gobierno— certificó los resultados del organismo electoral y afirmó que los recuentos de votos publicados por la oposición eran falsos.
Tanto González como la líder opositora María Carina Machado, quien promovió su candidatura tras ser inhabilitada para participar en las elecciones, se mantienen ocultos, en particular después de que el 5 de agosto la Fiscalía General, controlada por el oficialismo, abrió una investigación penal en contra de ambos tras la petición que hicieron a los militares y policías para que retiren su respaldo al presidente Maduro y no repriman las protestas que se desencadenaron después de los comicios y las personas que participaron en la campaña electoral opositora.
Mientras Machado ha aparecido en las convocatorias masivas de la oposición para alentar a sus seguidores a continuar defendiendo la que considera la victoria de la oposición en las urnas, González no ha sido visto en público.
El Fiscal General Tarek Willliam Saab —cercano colaborador de Maduro y ex legislador oficialista— ha llamado a declarar a González en relación con otra investigación penal por la publicación y mantenimiento de la página denominada http://resultadosconvzla.com/. González no ha acudido a las citas por considerar que el fiscal general “se ha comportado reiteradamente como un acusador político" condenándolo por anticipado.
Según la Fiscalía, los adversarios del gobernante incurrieron en “la presunta comisión de los delitos de usurpación de funciones, forjamiento de documento público, instigación a la desobediencia de las leyes, delitos informáticos, asociación para delinquir y conspiración”.
“Están tratando de doblegarnos, desenfocarnos y aterrarnos”, dijo Machado el martes en sus redes sociales tras el arresto de su coordinador jurídico Perkins Rocha. Sus familiares denuncian que se desconoce su paradero.