El avión papal despegó de Roma el lunes por la tarde y, después de un vuelo de 13 horas, aterrizó a las 11H16 en Yakarta (04H16 GMT), en la primera parada de un viaje que lo llevará también a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
Con 32 mil kilómetros a recorrer en 12 días, la gira es la más larga y lejana de sus once años de papado y un desafío físico para la frágil salud de Francisco que, no obstante, en las últimas semanas se mostró en aparente buena forma.
"Les agradezco por venir en este viaje, gracias por la compañía. Creo que es uno de los vuelos más largos que he hecho", dijo a los reporteros en el avión.
El pontífice, que dedicará este martes al descanso, desembarcó de la aeronave en silla de ruedas y fue recibido por una guardia de honor, altos cargos indonesios y dos niños con un ramo de flores.
Después del recibimiento, Jorge Mario Bergoglio subió a un modesto sedán Toyota blanco que lo trasladó a la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Yakarta donde se encontró con huérfanos, migrantes y personas sin hogar, según el Vaticano.
El miércoles será recibido en el palacio presidencial por el presidente saliente de Indonesia, Joko Widodo, quien el martes declaró que "se trata de una visita histórica (...) Indonesia y el Vaticano tienen un compromiso similar a favor de la paz y la fraternidad".
En Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo, solo un 3 por ciento de la población (unas 8 millones de personas) profesa la fe católica, contra un 87 por ciento (242 millones) de musulmanes.
Sin embargo, el catolicismo es una de las seis religiones reconocidas en este país secular junto al protestantismo, el budismo, el hinduismo y el confucianismo.