Horas después de que Robles se refiriese al Gobierno de Venezuela como una "dictadura", el Ministerio de Exteriores anunció que convocaba al embajador español en Caracas, Ramón Santos, y llamaba a consultas a su representante en Madrid, sin entrar en más detalles.
La embajadora venezolana ya ha partido desde España, según fuentes conocedoras del viaje consultadas por Europa Press, mientras sigue pendiente en Caracas la reunión del embajador español con algún representante de la Cancillería venezolana.
Esta represalia diplomática se suma al llamamiento por parte del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Jorge Rodríguez, a revisar las relaciones bilaterales con España en respuesta a la aprobación en el Congreso de los Diputados de una proposición en la que se insta a reconocer al dirigente opositor Edmundo González como presidente electo. Rodríguez equiparó esta iniciativa con una "declaración de guerra".