Alertados hacia las 3 de la madrugada de un "incidente con una pequeña embarcación frente a la costa de Kent", en el sureste de Inglaterra, los guardacostas británicos iniciaron una importante "intervención de búsqueda y rescate".
Francia y el Reino Unido registran desde hace días una ola de frío especialmente intensa, con termómetros que descienden hasta los -10ºC, lo que hacía temer un alto balance de víctimas en las gélidas aguas que separan los dos países.
Se movilizaron barcos y equipos de emergencia de varias ciudades de la zona, además de dos helicópteros británicos y uno francés. Las autoridades del norte de Francia enviaron un patrullero de la Marina como refuerzo.
Unas seis horas después la operación permitió rescatar a 43 personas, informó la prensa británica, citando fuentes gubernamentales que no detallaron la edad ni el origen de los migrantes.
"Se han confirmado cuatro muertes como consecuencia del incidente", declaró un portavoz del ejecutivo, mientras el primer ministro conservador, Rishi Sunak, expresaba su "dolor" por el naufragio y la "trágica pérdida de vidas".