El representante de la organización, Ricardo Giraldo, anunció que sus clientes quieren entregar las armas a través de negociaciones de paz, como las que se adelantan con los guerrilleros y no bajo rendición a la justicia con beneficios penales como propuso el gobierno para el caso de narcotraficantes.
De origen paramilitar, la organización es también conocida como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, el nombre que reivindican sus cabecillas.
"Si es por la vía del sometimiento aquí no va a haber 'Paz Total' nunca, eso está claro y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia quieren es negociación o diálogos (…) pero no se van a jugar a esa ley de sujeción que entre otras va a ser un gran fracaso", sentenció el abogado en entrevista con W radio.
La iniciativa de Petro ofrece beneficios para los narcotraficantes que abandonen el negocio y se entreguen a la justicia, entre ellos penas de máximo ocho años de prisión y conservar el 6% de sus fortunas.
Desde que llegó al poder el 7 de agosto, el mandatario izquierdista está empeñado en extinguir el último conflicto interno del continente mediante negociaciones con los grupos que siguieron en armas tras el acuerdo de paz de 2016 con la guerrilla de las FARC, convertida en partido de izquierda.
El gobierno suspendió el 18 de marzo una tregua bilateral que regía desde enero con el Clan del Golfo, alegando ataques de los narcos a militares y civiles.
Pero sigue habiendo "comunicación constante y permanente" entre las partes, aseguró Giraldo.
El abogado representa a la cúpula de la organización, cuyo máximo líder es Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, conocido como "comandante Javier" o "Chiquito Malo".
El cabecilla reemplazó a "Otoniel" tras su captura y posterior extradición a Estados Unidos en 2022.
En un video del 26 de marzo, validado por Giraldo, el Clan envía un corto mensaje al presidente.
"Seguiremos creyendo (…) en las promesas de paz" de Petro pese a que "nos cierra las puertas", dice el "comandante Javier" rodeado de hombres de fusil y camuflado en medio de la selva.
El primer izquierdista en llegar al poder de Colombia negocia también con la guerrilla del ELN y disidentes de las FARC que se apartaron del acuerdo de paz de 2016.
Colombia es el mayor productor de cocaína del mundo y vive un conflicto interno de medio siglo que deja más de 9 millones de víctimas.