La fuga marca un nuevo punto bajo en la espiral de violencia en Haití y ocurre cuando las pandillas tienen mayor control sobre la capital, al tiempo que el asediado primer ministro, Ariel Henry, se encuentra en el extranjero tratando de obtener apoyo para una fuerza de seguridad respaldada por la Organización de Naciones Unidas que logre estabilizar al país.
Ayer por la mañana se podían ver tres cadáveres baleados en el suelo cerca de la entrada de la prisión, que estaba abierta de par en par, sin guardias a la vista. En los patios del penal, usualmente hacinados, había sandalias de plástico, ropa y ventiladores. En otro vecindario, los cuerpos ensangrentados de hombres, con las manos atadas a la espalda, estaban boca abajo, mientras los residentes pasaban frente a puestos de control de vial levantados con neumáticos en llamas.
Los agentes que se encontraban dentro de un único vehículo de policía estacionado afuera de las instalaciones se negaron a decir qué había sucedido.
Quedan 100 tras las rejas
Arnel Remy, abogado de derechos humanos que dirige una organización sin fines de lucro que trabaja dentro de las prisiones, publicó en la red social X, que menos de 100 de los casi 4 mil reos recluidos en las instalaciones permanecen tras las rejas.
Se contaron muchos cadáveres de reos, declaró a la agencia Afp Pierre Espérance, director ejecutivo de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos.
Ayer sólo quedaban en la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe un centenar de presos de los cerca de 4 mil que había antes del ataque de las bandas armadas, explicó también Espérance. Se desconoce a detalle cuántos presos se fugaron, agregó.
Entre los que optaron por quedarse se encuentran 18 ex soldados colombianos acusados de trabajar como mercenarios en el asesinato del presidente haitiano Jovenel Moïse en julio de 2021. La noche del sábado, en medio de los disturbios, varios de los colombianos compartieron un video pidiendo por sus vidas.
“Por favor, ayúdenos… están masacrando a la gente dentro de la celda”, se ve pedir a uno de los hombres, en un video de 30 segundos ampliamente compartido en las redes sociales.
Uribe manifestó a la agencia Ap: No me volé porque soy inocente.
Ante la falta de información oficial, los familiares de los presos se apresuraron a llegar al penal.
Un recluso del Penitenciario Nacional de Haití auxilia a un compañero herido tras la irrupción de un grupo armado que dejó muertos y heridos, además de la fuga de cerca de 4 mil presos. Foto Ap
No sé si mi hijo está vivo, acusó Alexandre Jean mientras revisaba las celdas. No sé qué hacer.
La violencia parecía ser generalizada. Varios vecindarios reportaron tiroteos.
Escapan más en otro penal
Hubo informes de otra fuga carcelaria en Puerto Príncipe que alberga a unos mil 400 reos. Pandillas también atacaron y vandalizaron el principal estadio de futbol del país, reteniendo a un empleado como rehén durante horas, según la federación nacional de futbol. En parte del país no había servicio de Internet y la principal empresa de telefonía móvil, Digicel, manifestó que un cable de fibra óptica fue cortado.
En menos de dos semanas, varias instituciones estatales han sido atacadas por pandillas, que están coordinándose y apuntando a lugares antes impensables como el Banco Central. Después de que pandillas dispararon contra el aeropuerto internacional de Haití la semana pasada, la embajada estadunidense anunció que temporalmente suspendía todos los viajes oficiales al país. Como parte de ataques coordinados, cuatro policías fueron asesinados el jueves.
El epicentro de la violencia del sábado en la noche fue el Penitenciario Nacional de Haití, donde están detenidos varios cabecillas de pandillas. En medio de los tiroteos, la policía solicitaba refuerzos.
Necesitan ayuda, difundió un sindicato que representa a la policía haitiana en un mensaje publicado en las redes sociales con un emoji SOS repetido ocho veces. Movilicemos al ejército y a la policía para evitar que los bandidos entren en la prisión.
La Policía Nacional de Haití cuenta con aproximadamente 9 mil agentes para brindar seguridad a más de 11 millones de personas, según datos de la ONU. Los agentes suelen verse abrumados y superados en armas por las pandillas, que se estima controlan hasta 80 por ciento de Puerto Príncipe.
Los enfrentamientos armados suceden en medio de una serie de protestas violentas que se han venido gestando desde hace algún tiempo pero que se tornaron letales en los últimos días, cuando el premier Henry viajó a Kenia para salvar la propuesta sobre una misión de seguridad en Haití que sería encabezada por ese país de África Oriental. Henry asumió el cargo de primer ministro tras el asesinato de Moïse y ha pospuesto varias veces los planes para realizar elecciones parlamentarias y presidenciales, que no se han celebrado en casi una década.
Jimmy Chérizier, ex agente de la policía de élite conocido como Barbecue, que ahora dirige una federación de pandillas, se atribuyó el aumento de los ataques. Aseguró que el objetivo es capturar al jefe de policía y a los ministros del gobierno de Haití e impedir el regreso de Henry.
Declaran toque de queda y estado de emergencia
El gobierno declaró el estado de urgencia y el toque de queda por 72 horas renovables en el departamento del Oeste, donde está Puerto Príncipe, debido a la degradación de la seguridad y a los ataques a dos cárceles por bandas criminales, se informó al cierre de esta edición.
El premier, neurocirujano de profesión, ha rechazado los pedidos de renuncia y no comentó cuando se le preguntó si sentía que estaban dadas las condiciones para que vuelva a Haití.