Millones de estadounidenses de Maine, California, Texas, Virginia, Alaska o Arkansas, entre otros estados, acuden a las urnas para elegir a sus candidatos demócratas y republicanos para las elecciones de noviembre.
Este gran día electoral acapara una enorme atención mediática, pero este año será diferente porque el resultado es predecible. Entre los republicanos solo quedan dos candidatos en la carrera.
Trump, el favorito
Donald Trump, de 77 años, es el gran favorito a pesar de sus problemas legales. El expresidente ha ganado casi todas las primarias de su partido desde enero, con excepción de Washington DC, donde Nikki Haley se impuso el domingo. Muchos de sus rivales han tirado la toalla por el camino.
Haley, de 52 años, es la única que todavía se interpone en su camino. Se basa en el argumento: “No sobreviviremos cuatro años más al caos de Trump”. Ella promete restaurar cierta normalidad y pide a los conservadores que elijan a “una nueva generación de líderes”.
Según las encuestas, se espera que Donald Trump gane en todos los estados en juego el martes, gracias al apoyo de una base de simpatizantes leales.
Nikki Haley resiste
A pesar de las derrotas sufridas, incluida una en Carolina del Sur, el estado del que fue gobernadora, Nikki Haley ha aguantado y se ha negado hasta ahora a tirar la toalla porque sería “la salida más fácil”.
“Vamos a seguir hasta el supermartes. Eso es todo lo que he pensado” en términos de estrategia, añadió."